lunes, 12 de enero de 2015

El chino...

Soy maestra de chino (tanto de niños como adultos), en México Distrito Federal, durante ya casi 5 años. Soy también traductora, recientemente, para el Aeropuerto Internacional del D.F. y profesora de español para chinos.

Para mí, el mandarín fue un parte aguas en mi vida. Estudié Ciencias de la Comunicación en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y puedo decirte que nunca me gustó. Y podrás preguntarte ¿si no te gustó, por qué lo estudiabas? Tal vez al principio pensé que no me gustaba porque sentía que la universidad era un cambio abrupto, de prepa a universidad hay un mundo de diferencia, opinaba.

Todo era tan distinto, podías encontrarte desde chicos que luchaban contra todo tipo de "neoliberalismo", personas super leídas, chicos con ideas revolucionarias, profesores duros, blandos, barcos, compañeros competitivos, amigos brillantes, gente única y hasta gays y parejas hetereas que se besaban y toqueteaban sin poco pudor en las instalaciones. Sí, que ñoña ¡En mi vida había visto tantas cosas! Vengo de una familia muy conservadora. En pocas palabras crecí en una burbuja.

Pues bien, así fue mi primer encuentro con la universidad, después de todo este golpe de información, de por primera vez salir de mi burbuja y de varios semestres cursados y reprobado uno por completo, me di cuenta,  que el periodismo no era lo mío.

Claro que mi mamá dio el grito en el cielo, ¡Reprobaste! ¡¿Cómo!? Siempre había sacado buenas notas. En toda mi carrera escolar no había tenido malas, muy malas notas. Entonces ella, se convirtió en un mar de lágrimas. No podía concebir que su hija la más chica, REPROBARA. Repetía constantemente que su hija no sabía que quería en la vida. Con mis hermanos comentaba que no tenía rumbo mi vida.

Nadie puede trazar nuestro camino más que nosotros mismos y eso mi familia no lo termina de entender, para ellos uno cuando esta en la universidad debe de tener bien claro lo que quiere, sacar buenas notas y entender que se necesita de un buen trabajo para ganar mucho dinero y vivir bien,  formar una familia y casarte con un hombre de bien, de preferencia creyente para formar una hermosa familia. Lo que ellos nunca pensaron es, que es lo que YO quería.

Pues bien, esas son sus ideas, y a mi con tantas cosas que conocí , leí, amigos y profesores que traté  y que marcaron mi vida, entonces... me entró un golpe y decidí que yo quería hacer de mi vida una pintura que yo amara, unos trazos de los que yo estuviera orgullosa. Yo decidiría sobre mi propio futuro.

Y entonces en mi búsqueda por mi espacio en este mundo y por mi misión, encontré el mandarín: me enamoré, lo amé, me perdí en sus brazos. Descubrí que eso era lo que quería hacer de mi vida, una afamada intérprete.

Aún sigo en este camino, no soy afamada completamente, pero el chino me ha traído muchas satisfacciones y muchos tragos amargos, todos ellos han enriquecido mi vida, y espero que enriquezcan la tuya.

Este blog mío es un pequeño pedazo de lo que este camino me ha dejado, espero que te guste y ayude en tu encuentro con una cultura milenaria, tan distinta a la nuestra. A veces muy hermosa y a veces muy contrastante, tanto que llega a ser complicada entenderla.